Cristina Sandor

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Cristina  Sandor

Preocupada por la falta de vocación entre los estudiantes de arte, habla de creatividad, tiempo y educación

Quote La creatividad pasa por la memoria, el lenguaje y el conocimiento

Artista gráfica rumana, nace en Arad (Rumanía) el 15 de diciembre de 1978 y en 2002 se titula con licenciatura y después en 2003 obtiene el grado de especialización con Estudios Superiores Especializados en las ArtesGráficas por la Universidad de Vest de Timișoara, Rumania. Ha sido miembro de la Unión de Artistas Profesionales de Rumanía y desempeña el cargo de museógrafa encargada de la colección de gráfica y artes decorativas del Museo de Artes en el Complejo Museístico de Arad entre 2002 y 2006.

Desde el 2006 reside en Durango tomando parte en varias actividades artísticas destacando entre ellas su participación en el Festival Revueltas, en 2010 expone en el Museo Ángel Zárraga y en la Casa de la Cultura la muestra individual Abstracciones. En 2014 presenta la exposición de grabado en relieve “No Identificado”, resultado del PECDA (Programa de Estímulos a la Creación y Desarrollo Artístico) en la Galería Seisdieciocho.

Desde 2010 forma parte del Colectivo Durango, A. C., Artistas Plásticos y Visuales, como miembro fundador integrándose como académica y profesora de tiempo completo en la Universidad Juárez del Estado de Durango en la Escuela de Pintura, Escultura y Artesanías en la disciplina de grabado. En 2021 se titula de la Maestría en Promoción y Desarrollo Cultural de la Universidad Autónoma de Coahuila cursada entre 2017-2019. Desde 2017 es la encargada del Salón de la Gráfica en la Escuela de Pintura organizando talleres y exposiciones de gráfica. Su obra se exhibe a nivel internacional en exposiciones colectivas y bienales, en certámenes de Hungría, Polonia, Serbia, Italia, España, Japón, Indonesia y Rumania, entre otros. En 2016recibe el Tercer Premio en la Bienal Internacional de Pintura “José Atanasio Monroy” Autlán, Jalisco, y en 2021 recibe El gran Premio en la Bienal Internacional de Grabado de Pequeñas Dimensiones Graphium,Timișoara, Rumania.


Acrílico sobre tela 

130×130 cm

2019

   

PINTAR LA SUCESIÓN DEL TIEMPO

Hablando de la sucesión del tiempo, he utilizado el número cuatro y también el dodecaedro, que es un símbolo platónico del pensamiento matemático de Pitágoras, he profundizado en los números porque a través de los números encontraban la armonía entre las proporciones. Se ve en el fondo un ángel de Bellini que vi en el museo del Vaticano, estaba deteriorado pero tenía una belleza espectacular, está en el fondo porque el pasado siempre está detrás y está presente a través de la memoria.

EL NÚMERO CUATRO Y EL TIEMPO

El número cuatro como un símbolo cíclico y totalizador, en la sucesión de los cuatro rostros de mi hija Carolina se ve la distorsión del movimiento en el tiempo. El cuatro como número de las estaciones, de las fases de la luna, es un símbolo de lo creado y de lo que muere, de lo perecedero, incluso Vitrubio habla del número cuatro, del hombre ideal cuadrado, con las manos extendidas da una medida exacta de su estatura. La belleza moral está basada en el número cuatro, porque los comportamientos humanos van de la mano con la luz de la razón. La cultura está sostenida por cuatro pilares, el primero es la memoria que sin ella no existieran los lenguajes o los meta-lenguajes que es el segundo; el tercero es el conocimiento y el cuarto la creatividad.

MEMORIA

Lenguaje está anclado en la memoria a través de aplicaciones como leer, interpretar y codificar. El último, la creatividad, sí la tomamos como algo que es antes del conocimiento o antes de la memoria, pues no podemos hablar de creatividad. Es un proceso, porque no hay creatividad así de la nada, tiene que pasar por la memoria, el lenguaje y el conocimiento.

TIEMPO Y TRASCENDENCIA

Los futuristas decían que la memoria es una ideación del pasado y que la conciencia es la ideación del presente, que es estable. El papel de la memoria es fundamental porque el paso del tiempo lo percibimos como una experiencia única para cada uno, es como se va dando la identidad de las personas, entonces, es fundamental para la búsqueda de lo trascendental, hacia dónde vamos. Cuando no tenemos una visión del futuro es porque no tenemos bases del pasado o se ha perdido esa visión histórica del ser humano, porque vivimos en un continuo del presente, donde consumimos el tiempo y lo destruimos.

PÉRDIDA DEL PASADO

La pérdida del pasado que da el conocimiento es muy grave, porque el conocimiento es razón y fe, hemos perdido la fe en el otro, vivimos ensimismados, ya no estamos interactuando con las personas como iguales, eso va a llevar a una destrucción, tal vez tengo una visión distópica pero todos los indicios dicen eso.

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