Francisco Magaña

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Francisco  Magaña

Pintor y poeta, vive en Comalcalco, Tabasco, desde niño convivió con los dos ímpetus, hasta que decidió unirlos en lienzos y libros. Sus obras tienen la partitura de su existencia y de la música, puede dedicar series completas a un poema o una sonata, su conversación fluye en versos sueltos.

Quote Enfrentarse a un lienzo equivale a abrir los ojos

Nació en Paraíso, Tabasco, el 15 de noviembre de 1961. Editor, poeta y traductor. Miembro fundador y editor de Ediciones Monte Carmelo. Ha sido coordinador del suplemento cultural Caravansary del diario Tabasco HOY; editor de la colección Carlos Pellicer de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (2002-2003). Becario del FONCA, en poesía, 1990, 1994 y 1996 dentro del programa Jóvenes Creadores; y del FOECA-Tabasco, 1993, 1996 y 2000 para creadores con trayectoria. Premio Regional José Gorostiza 1993. Premio de los Juegos Florales 1993, Ciudad del Carmen, Campeche. Premio Nacional Tierra de Imágenes 1993. VII Juegos Florales Nacionales Batalla del Jahuactal, Cunduacán, Tabasco, 1998. Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer para Obra Publicada 1999. Premio Tabasco de Poesía José Carlos Becerra 1999. Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2001. Juegos Florales Nacionales 2003, Ciudad del Carmen, Campeche. Ha realizado la traducción de Reflexiones sobre poesía de Paul Claudel y junto con Luis Armenta Malpica y Gabriel Martín, de Los cuatro estados del sol, Jean-Marc Desgent.

Escribió una crónica poética sobre la gestación de esta pintura, un diario de emociones y colores.

PREGUNTAR A LA PINTURA

¿Qué se le pregunta al hecho de estar vivo? Creo que de ahí surge, de una necesidad, el hecho de enfrentarse a un lienzo, a un papel, equivale a abrir los ojos, ¿qué encuentro en el día?, también puedo pasar con los ojos cerrados el día y no preguntarme más y no escarbar, no buscar más qué hay adentro.

SIN CERTEZAS

Estoy tratando de llegar a aquello que en algún momento intuí, no sé si en el sueño o en algún estado que no tiene que ver con la razón, entonces cuando uno empieza con una mancha, pongo el caso de esta pieza, o de otras muchas piezas, tienes muy poca certeza de qué venga, de cómo se va a desarrollar, sé hacia dónde voy porque hay un momento en que ya no puedo dar una pincelada más, en que ya no admito nada más, porque ésa es mi visión, es lo que vislumbré en algún momento.

POESÍA Y PINTURA

Una palabra me lleva a otra, no es tanto el sentimiento, aquello que haya pasado, en algún momento de tristeza, de euforia, en fin, eso creo que se va acumulando, y de pronto hay una palabra, hay una imagen, hay algo que desata todo esto y uno se vuelve en un mero escriba, en un mero trasmisor. Lo que está guardado, que vas alimentando con música, libros, aparte de lo que uno vive, se conjunta en un detonante que puede ser una palabra, una imagen, un color y propicia que se desarrolle todo.

AMOR, POESÍA Y PINTURA

Es un tema de los más difíciles, porque uno platica su pena de amor, su gozo de amor y palidece, porque el interlocutor te sale con una historia mejor. Es un tema muy difícil por lo común, por lo ordinario, en todo está el amor. En los talleres de poesía son los temas que se evitan de entrada, porque se puede caer en la cursilería, en lo trillado, en las canciones populares, no se tienen los elementos, no se tiene la lectura para ir depurando a la hora de escribir. Al principio se puede escribir sobre lo ordinario, saber que podemos hablar sobre un vaso con agua, como lo hizo Francis Ponge, saber que podemos escribir sobre algo. No es cursi un poema de Sabines, como lo es una canción que escuchamos en el camión, entonces hay que quitar esa paja para llegar a la esencia de la palabra y poder decir, como Sabines, “Escribiste en la tabla de mi corazón: desea, y anduve días y días loco y aromado y triste”, en esos 3 calificativos está la poesía, está el estado ese de enamoramiento, que decía Ortega y Gasset, “ese estado imbécil en que la persona ve en la otra los atributos y características que no tiene”, y por eso estamos aquí, por eso se da el amor.

DECIR AMOR

Desde el comienzo esta pintura me habló de amor, inicié la primera intervención y mi primer contacto con el lienzo fue el color rojo, a partir de ahí empieza a surgir otro, empiezo a acompañarlo de un ocre. Hay una pasión, hay un amor que es el de las letras, llegó un momento en que se tenía que integrar y tenían que convivir uno quitando al otro. Escribí en el lienzo algunos versos del maestro Bonifaz Nuño, de Octavio Paz, de Pellicer, “nadie te dijo amor que yo existía”, en fin. Los poetas pueden convivir, ésa es la maravilla, en el lienzo o en la escritura.


Acrílico, encausto y óleo sobre tela
122.6 x 172 x 5 cm
2017

   
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