Penélope
Ninfa Torres
“La mirada de las mujeres en el arte y en la pintura en específico es una urgencia de la contemporaneidad por la enorme ausencia de nuestra perspectiva en la historia, por lo tanto Pintar es una posición política de mantenerme en la firme necedad de producir, pese al trabajo, a la familia, a las condiciones sociales que enfrentamos. Disponer de algunas horas para sentarme en el caballete e ignorar el resto, es un desplazamiento continuo entre la insatisfacción constante del mundo; de la vida cotidiana y la necesidad de enfrentarlo en un lienzo que después me insatisface en la misma medida, y que me lleva a un otro lienzo, a otra nueva búsqueda, en un viaje eterno”
Ninfa Torres Lagunes nació en la ciudad de Misantla, Veracruz, México, en 1982. Estudió la Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad Veracruzana en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Desde el 2008 se desempeña como docente en la Licenciatura de Artes Visuales de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas y del 2021 al 2024 fungió como coordinadora de la misma. En lo general su obra está vinculada a la identidad y a la familia; indaga insistentemente sobre lo femenino desde la autorreferencialidad. En su serie titulada Feminidad des propone una reflexión sobre la belleza y violencia simbólica. La serie es amplia y aún está abierta tras aproximadamente diez años de producción.
Con este trabajo la autora realizó su proyecto de titulación de la Maestría en Artes Visuales y Pensamiento Contemporáneo entre la Universidad Politécnica de Valencia (España) y la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (México). La mayoría de esta serie fue expuesta en una exposición individual con el mismo título en el Museo de la Ciudad en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, en 2017. La obra Ninfa Torres ha sido seleccionada para varias bienales y ha recibido múltiples premios. En 2013 fue seleccionada en la 5ta Bienal Internacional de Artes Visuales de la Universidad Autónoma del Estado de México.
En 2012 fue seleccionada en el Encuentro de Artes Plásticas de Tabasco. En 2011 fue seleccionada de la V Bienal Nacional de Artes Visuales en Yucatán. Obtuvo Mención Honorifica en la VI Bienal de Veracruz 2020, Mención Honorifica en la Bienal de Pintura Joaquín Clausell (2011). El Premio de adquisición en la categoría de Pintura del XVII Festival de Artes Plásticas, bienal del sureste (2010). Fue beneficiada con uno de los apoyos del programa de Estímulos para el Desarrollo y la Creación Artísticas del Fondo Estatal de Veracruz emisión 2010 (categoría “Jóvenes Creadores”, especialidad Pintura) y en la emisión 2022 (categoría creadores). En 2008 participó en una residencia de producción en el Instituto Rural de Arte de Alcalá del Júcar, Albacete, España. Ha realizado diez murales de forma individual y colaborativa principalmente en Tuxtla Gutiérrez, San Cristóbal de las Casas y Misantla Veracruz. Cuenta con diez exposiciones individuales y más de 30 colectivas en el país.
Óleo sobre lienzo
130 x 130 cm
2019
Realiza una pintura que es autorretrato y leyenda, su historia es la de sus obras, su espejo es el lienzo.
MUJER MURALISTA
Durante muchos años las mujeres fuimos ayudantes, modelos, musas y con poco espacio para intervenir el espacio público y el muralismo, que sigue siendo apropiado por los varones. Me subo a los andamios en Chiapas con mis alumnas, cada vez somos más y estamos también dispuestas, con la firme intención de que estos espacios públicos tengan la mirada de las mujeres, nuestra perspectiva.
LA INSATISFACCIÓN CREADORA
Para mí pintar es una posición política de mantenerme en la firme necedad de producir, pese a la universidad, a la familia, a las condiciones sociales que enfrentamos. Disponer de 1 o 2 horas para sentarme en el caballete e ignorar el mundo, es un viaje continuo entre la insatisfacción constante del mundo, de la vida cotidiana y la necesidad de enfrentarlo en un lienzo que después me insatisface en la misma medida, y que me lleva a un otro lienzo, a otra nueva búsqueda, es un viaje eterno.
SOY EL ESPEJO
Pertenezco a un universo familiar mayoritariamente femenino, entonces tenía inquietudes personales pero también concernientes a mis hermanas, a la imagen de nosotras, y la línea que existe entre la belleza y la violencia. Me cuestiono frente al espejo el canon de la belleza y he querido llevar esas reflexiones del espejo a la superficie pictórica como tal. Creo que las mujeres nos podemos encontrar en el espejo, buscarnos en el espejo y encontrar a las otras mujeres en el espejo.
LA MUJER Y EL HILO DEL TIEMPO
La mención hacia el hilo de la historia, al hilo de Penélope, de Ariadna, de las Moiras, una que hila, otra que mide la vara de la vida, otra que corta, es el acto considerado históricamente femenino, que es coser. Es la alusión al tiempo, un juego con este hilo, con este tiempo a través de la máquina antigua, como un elemento anacrónico. Esta máquina era de mi abuela materna, es ese hilo del linaje materno, pero mi abuela paterna es actualmente una costurera, mi hija pequeña viste sus creaciones, con 87 años se sigue sentando a una máquina que le dio sustento a su familia y que nos conecta a través del tiempo. Ese hilo lo chupamos, lo cortamos, lo tragamos, lo estiramos, todo en este proceso de bordar, tejer, es tirar la hebra de todo lo que traemos adentro en una historia que nos ha callado.
ARTE Y DESTINO
Atada, me siento atada totalmente al arte, creo que entrar en la práctica artística, en el pensamiento que implica la creación artística en la pintura, es irremediable, es un destino inamovible, no tiene fin, es un ciclo como el de Penélope, como el de la rueda que gira en la máquina, al que no puedo renunciar y no estoy dispuesta a ello.