Ermilo Espinosa

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Ermilo  Espinosa

Nació y trabaja en Mérida, Yucatán, desde fines del siglo XIX su familia ha estado marcada por el arte, la pinacoteca del estado lleva el nombre de su tátara tío abuelo, Juan Gamboa Guzmán, su abuelo también fue pintor y en Ermilo la genética se perfeccionó.

Quote No entiendo a los pintores que dejan que alguien más haga su obra.

MÉRIDA, YUCATÁN. MÉXICO, 22 DE NOVIEMBRE DE 1983

 

Artista visual especializado en pintura, con gran interés en el manejo técnico, así como en el aspecto poético y filosófico de la obra. Licenciado en Artes Visuales con Orientación en Pintura por la Universidad de Guadalajara, México; también ha estudiado en diversos centros culturales de renombre en su país. Su encuentro con la pintura proviene desde la infancia, en parte por la gran influencia de su abuelo, Ermilo Torre Gamboa, reconocido artista yucateco.

Ermilo Espinosa ha buscado, desde sus inicios, el dominio del pincel y la comunicación profunda con el espectador. Ha desarrollado, a través de un largo compromiso con el oficio, los valores formales del arte plástico, siendo un gran respetuoso de la maestría milenaria del dibujo y la pintura. Así mismo, su personalidad curiosa, espiritual y empática, siempre atraído por la filosofía, las religiones y, en general, la profundidad de la consciencia y la existencia, se ha ido reflejando en sus obras, a través de símbolos complejos, o simplificando toda la comunicación intuitiva a través de las poderosas expresiones de sus miradas y manos.

El artista ha presentado varias exposiciones individuales, destacando Visiones en Silencio (Casa Oswaldo Guayasamín. La Habana, Cuba. Julio 2007), Murmullos en Babel (Centro Cultural de Mérida Olimpo. Mérida, Yucatán. Julio 2008) Ausencias y Presencias (Museo José Luis Cuevas. Cd. De México. Noviembre 2012), MUTE (Museo Casa Diego Rivera. Guanajuato, Gto. Noviembre 2013), FACE TO FACE. (Hotel de Manville, Salón de la Alcaldía. Les Baux, Francia. Julio 2015), ERMILO ESPINOSA TORRE (Au Medicis, Galerie Marguerite Milin. París, Francia. Marzo 2016) y Lo Exterior de lo Interior (LS Galería, Ciudad de México, Noviembre 2019).

Ha formado también parte de numerosas colectivas, Algo más que realismo XI (Galería Artelibre. Zaragoza, España. Noviembre 2017) Figurando la Abstracción. Arte Visual de Yucatán. (Museo de los Pintores Oaxaqueños. Oaxaca, Oaxaca. Mayo 2010), V Bienal Nacional de Artes Visuales Yucatán 2011. (Centro de Artes Visuales, Mérida, Yucatán. Diciembre 2011), México Vivo (Museo de Arte Moderno, Ciudad de México. Septiembre 2012) y el XXXIV Encuentro Nacional de Arte Joven 2014 (Casa de Cultura Víctor Sandoval, Aguascalientes, Ags. Abril 2014)

Espinosa ha cosechado reconocimientos como las becas a Jóvenes Creadores del Programa de Estímulo a la Creación y el Desarrollo Artístico (PECDA) en 2010 y 2014, así como la del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA) en 2012. Además, el Premio de Adquisición de la V Bienal Nacional de Artes Visuales Yucatán 2011 y el Premio Estatal de la Juventud ese mismo año. Ha sido motivo de publicaciones en revistas como Líderes Mexicanos y Cultura y Arte en México, y su obra ha formado parte de varios catálogos y subastas.


Óleo y tinta de aceite sobre acrílico montado sobre madera
173 x 123 x 7.8 cm
2017

   

Su difícil circunstancia lo llevó a la pintura, y el control del realismo total le dio la paz.

REFUGIO

La verdad la pintura ha sido un medio de salvación para mí, pude haberme hundido en una situación muy complicada y la pintura, desde mucho antes de que yo fuera consciente de ello, me mantuvo a flote, me levantó cuando era una persona mucho más introvertida, de una situación que no quería aceptar de mucho dolor. La pintura me dio un refugio y me dio algo que me ilusionaba, que me podía significar un enlace a una vida idealizada en donde quería mantenerme. Desde ahí nunca la he soltado, siempre la aventura ha sido parte intrínseca en mí, no me puedo ver sin ella.

CONTROL

La técnica en una herramienta, que en su momento fue una obsesión, ahora me sirve porque me permite hacer cosas sin estar a merced de mis posibilidades. Tengo el control suficiente de los materiales, de los pinceles, de las pinturas, del concepto formal de que puedo hacer lo que se me ocurra. Ese control se fue desarrollando de manera orgánica por la obsesión de no dejar espacio a la vulnerabilidad. Disfruto mucho de la fijación de los detalles, de la pincelada por pincelada, de observar mucho porque es muy importante. La técnica es menos de la mitad del procedimiento, mucho más está en la observación. Puedes saber pintar algo, tener la destreza manual pero, si no lo puedes ver, no lo vas a poder plasmar. En algún momento me basaba mucho en la fotografía, y de un tiempo para acá he descubierto que la fotografía te da una porción de la realidad, la realidad en vivo es otra cosa. No hay nada como ver la mirada de una persona.

VIVIR LA PINTURA

La temperatura de luz, la transición de matices, la dureza de la línea, los tonos obscuros, claros, la pintura que es tan rica, no entiendo a los pintores que dejan que alguien más haga su obra, yo no puedo, necesito estar en contacto porque solamente yo puedo tener la veladura exacta para dar el tono de piel preciso, la luz, el toque de brillo aquí. No hay forma de que alguien más lo haga, por eso cada cuadro es de meses y meses de trabajo, y se disfruta todo el tiempo.

EL AMOR PROPIO

El amor es algo que no se puede ni dar, ni recibir de forma completa, si no hay una dosis de amor propio, porque si no me amo a mí mismo siento que no es posible. He pasado por esa situación, no es posible recibir un amor sincero porque sientes que no te lo mereces. Ese amor propio lo tomé como la esencia de la pintura que realicé. El amor propio comienza con la aceptación personal porque tenemos tantas influencias exteriores que nos quieren decir cómo deberíamos ser, cómo nos deberíamos ver y actuar, que nuestra persona no está en una sincera evaluación honesta de lo que realmente soy, una aceptación de lo que soy sin necesidad de compararme con los ideales del consumismo. La mujer de la pintura se presenta tal cual, dice “soy esta persona, y me presento ante ti de forma vulnerable, nada me cubre, estoy totalmente desnuda”. Los cuatro símbolos están sobre un espejo porque el espectador va a ser parte del cuadro y va a ver su imagen contrastada con la imagen desnuda de ella, y preguntarse “¿por qué ella se presenta así cuando normalmente me cubro y evito mi reflejo?”.

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