Arturo Buitrón

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Arturo   Buitrón

En un inicio se inclinó por la arquitectura y desertó en busca de la pintura. Fue alumno de Gilberto Aceves Navarro quien le enseñó a pintar con libertad. Nació en la Ciudad de México en 1961 y es egresado de la ENAP. Encontró en la encáustica la técnica para decir lo que imagina y también hace cerámica, fotografía y grabado, lo que el paisaje le pida.

Quote Reacciono a lo que tela me está pidiendo

LA HERMANA AGUA

(fragmento)


Yo alabo al cielo porque me brindó en sus amores,

para mi fondo gemas, para mi margen flores;

porque cuando la roca me muerde y me maltrata

hay en mi sangre (espuma) filigrana de plata;

porque cuando al abismo ruedo en un cataclismo,

adorno de arco-iris triunfales el abismo,

y el rocío que salta de mis espumas blancas

riega las florecitas que esmaltan las barrancas;
porque a través del cauce llevando mi caudal,

soy un camino que anda, como dijo Pascal;

porque en mi gran llanura donde la brisa vuela;

deslízanse los élitros nevados de la vela;

porque en mi azul espalda que la quilla acuchilla
mezo, aduermo y soporto la audacia de la quilla,

mientras que no conturba mis ondas el Dios fuerte,

a fin de que originen catástrofes de muerte,

y la onda que arrulla sea la onda que hiere...
¡Quién sabe los designios de Dios que así lo quiere!

 

Amado Nervo


Encáustica y óleo sobre tela

140 x 201 x 6 cm

2014

El olor de la cera y los pigmentos inunda su estudio, las ventanas se abren al follaje de grandes árboles, el juego de las luces que se filtran entre las hojas es como sus paisajes.

PAISAJE Y ABSTRACCIÓN
Detrás de mis paisajes se ve que mi forma de pintar es bastante abstracta, y se ve que hay una formación figurativa. Dibujé figura humana durante años, incluso dirigía un taller de dibujo al desnudo. Cuando empecé a hacer este trabajo de figura humana me di cuenta que para mí la línea era un poco difícil, y como soy muy de acción, muy de aplicar la pintura y soltar la mancha, me di cuenta que mi trabajo era a partir de la mezcla del color en la paleta y después sobre la tela o sobre el papel pero siempre generando manchas. Mis dibujos de figura humana empezaron a convertirse en una especie de nubes, en una especie de juego, a descomponerse, y me llevaron al paisaje.

PAISAJE SIN HORIZONTE
Hay varias series de paisajes que he trabajado en los últimos diez años, y la más relevante es el Paisaje sin Horizonte. En esta serie yo quería, con la influencia de toda la tecnología que tenemos, descubrir que podemos ver cualquier lugar del mundo como si estuviésemos flotando en el espacio. Memorizo lugares, formas y después de manera libre me enfrento con la tela. Sé que quiero hacer el trazo de una vista aérea que va a estar compuesta en dos planos, uno como si estuviese con los pies en la tierra y otra flotando y las mezclo. Establezco un diálogo con la tela y con la pintura. Reacciono a lo que tela me está pidiendo, empiezo a poner aquello que se va generando conforme voy avanzando en el cuadro.

SOÑAR EL PAISAJE
El diálogo con la tela, finalmente es un diálogo mío con el espacio pictórico. Aquí me pasa una cosa bastante interesante: me gusta volverme espectador de mis propios cuadros. Pasa un tiempo, los bajo del caballete, los guardo para dejarlos reposar, para después volverlos a observar. Es como fantasear, como cuando uno está soñando y sabes que no puedes guardar esas imágenes, entonces, cuando estoy pintando un cuadro me imagino dieciséis opciones diferentes y tengo que elegir una de ellas.

PAISAJE FRAGMENTADO
Me interesa bastante la idea de que hay información que está fluyendo sobre el espacio pictórico. Converge un color con una línea o una mancha, y ahí se genera algo, donde a lo mejor explota una pincelada. Quise pintar paisajes para después fragmentarlos, y con ellos a la hora de rearmarlos, poder mezclar la información en otro espacio que ya es el resultado de los fragmentos de diferentes cuadros. En el caso de los últimos polípticos decidí que fueran trazos geométricos, que reafirmaban una composición que previamente había sido destruida para ser reconstruida.

VOLVER A EMPEZAR
Hay ocasiones en las que te equivocas y es garrafal, porque acumulas mucha materia y la materia siempre va a estar trabajando detrás. Un color que tiene abajo otro color siempre va a ser diferente. No me gusta borrar, incluso prefiero dejar reposar un cuadro y volverlo a empezar. Decidir dejar ir un espátulazo que pese, a lo mejor, medio kilo de pintura, es una decisión difícil. El cuadro lo termino cuando me dice “déjame en paz”. Es muy curioso cómo una composición que tiene muchos elementos, trazos y significados, a veces un pequeño punto de más o de menos la mueve toda y le cambia el sentido. El color es fundamental, un punto rojo en una composición verde, o que no tiene ningún anaranjado o rojo o morado es completamente otro discurso, es otra cosa.

EL AGUA EN LA POESÍA Y EN EL LIENZO
Me gustó el poema de La hermana agua de Amado Nervo, estaba pensando mucho en ese momento en los nenúfares que se acumulan en el Parque México, ese color verde que está en el agua estancada y que da una sensación de quietud. La estuve observando y empecé a ver piedritas que generaban ondas y descubrí en el reflejo del agua, el cielo y las nubes. Empecé a imaginar mis paisajes, con mis invenciones. Vi que la lluvia dibuja sobre el agua y permite ver otras cosas en este reflejo. El agua nos permite ver otras cosas de la realidad, y eso fue lo que inspiró esta pintura.

   
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