Gabriel Macotela

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Gabriel   Macotela

Nació en Guadalajara, Jalisco en 1954 y tiene 35 años pintando. Formó parte del grupo SUMA y fue alumno de Gilberto Aceves Navarro en la Academia de San Carlos. Tiene un grupo de jazz, una moto y continúa experimentando con diferentes técnicas, sin agotar su evolución artística.Confiesa que ama a la realidad, preocupado por la política, la impunidad y la violencia

Quote La pintura no es exacta, no es la lógica perfecta, es muy emocional.

Pintor, escultor, grabador, dibujante, escenógrafo, editor y músico, Gabriel Macotela nace en Guadalajara, Jalisco en 1954. Estudió en la escuela de pintura y Escultura la Esmeralda del INBA y más tarde ingresó en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (San Carlos) de la UNAM. Fue alumno de Gilberto Aceves Navarro y miembro del grupo SUMA.

 

Ha participado en las bienales de La Habana, Sao Paolo, Buenos Aires, Cuenca, donde su obra ha recibido menciones. Ha sido reconocido con el Premio de la adquisición del INBA (1998); el Premio Juguete-arte-objeto en el Museo José Luis Cuevas (1993); beca del Programa Fomento de Proyectos y Conversiones del Fonca, por el taller de papel en Oaxaca (1998) y formó parte del Sistema Nacional de Creadores Artísticos en 1993 y 1997.
Gabriel Macotela es un hacedor de cosas, en su hacer cotidiano ha inventado instrumentos de acuerdo a sus necesidades de color. También ha realizado varios libros de artista. En 1977 fundó Cocina Ediciones y en 1985 la librería El Archivero. En 1996 participó en el mural de Gilberto Aceves Navarro en Santa María La Ribera.
En 2014 en el marco de la celebración de sus 60 años de vida y cuatro décadas de trayectoria como pintor, escultor, grabador, dibujante y escenógrafo realizó el mural de la Facultad de Medicina en la UNAM, La Obra de Teatro en el Museo León Trotsky titulada Marcha silenciosa y la exposición retrospectiva De la Vida en la Galería Machado Arte Espacio.
Macotela desarrolla un discurso crítico referente a la realidad que le rodea, generalmente con una visión decadentista: las relaciones entre los seres humanos, la economía mundial, las contradicciones del sistema capitalista, entre otros temas, en los que se confirma como un artista comprometido con su mundo; en su obra encuentra el medio más adecuado para exteriorizar su pensamiento.

 

 

NOCTURNO EN QUE NADA SE OYE

(Fragmento)


Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja

dentro del aire de vidrio

dentro del fuego lívido que corta como el grito

Y en el juego angustioso de un espejo frente a

otro cae mi voz

y mi voz que madura

y mi voz quemadura

y mi bosque madura

y mi voz quema dura

como el hielo de vidrio
como el grito de hielo

 

Xavier Villaurrutia


Óleo sobre tela
120 x 130.5 x 4.5 cm

2014

Un equipo de perros y gatos nos acompañan y cantan con la ecléctica selección musical que ambienta el estudio.

SENTIR EL LIENZO
No existe una regla, la pintura tiene dos cosas: la parte emocional que es algo mágico y una parte más formal, muy seria y analítica que es lo difícil de la pintura. Cuando ya te inspiras y ya diste lo que tenias qué dar, ya hiciste, y dice algo el cuadro, entonces dices “ya no lo toco y punto”. Para ese momento no hay una explicación racional, es la sensación de ya no hacer nada.

SENTIR EL LENGUAJE
El lenguaje de uno o lo que vas expresando a través del tiempo en la pintura lo vas desarrollando estudiando, no es tan irracional ni tan salvaje. Si eres persistente y trabajas vas creando tu lenguaje, no sé por qué, quizá crece y crece. Cuando fui estudiante, mis compañeros jóvenes copiábamos todo y era parte del proceso del trabajo, de aprender. Copiábamos al maestro Aceves Navarro, a Felguérez, a Toledo, y a pintores desde Rauschenberg, los surrealistas, los dadaístas. Es la influencia normal que tiene un pintor y con los años vas depurando y acercándote a lo que pretendes ser y decir, a encontrar la identidad natural de tus formas.

SENTIR EL PASADO
El arte es muy complejo, yo me encuentro con cuadros de hace quince o veinte años y me sorprendo, inclusive ya no me gustan o se me hace raro haber pintado eso, o cómo pensaba para haber pintado eso. Para empezar uno es humano, trato de cuidar mi trabajo pero los errores son errores, y aprende uno más de los errores que de los aciertos. Veo piezas que puedo decir “me faltó esto” “está débil la construcción o la composición” o “me faltó color, la luz”. Las cosas y la pintura cambian, pasa el tiempo y cambian los cuadros o la forma de verlos o de convivir con ellos, debes admitir eso y vivir con ello.

SENTIR EL RITMO
Traté de ser músico pero ya pintaba y batallé mucho por decidirme por cuál pero creo que la música y la pintura son para mí las más cercanas y las más abstractas. De joven estudié dos años en el conservatorio, quería ser concertista de jazz. Los términos de la música son igual que en la pintura: el espacio, el tono, la armonía, la atmósfera, el ritmo, el color. Alimenta mucho, siempre pinto escuchando música, me divierto mucho haciendo música con mis amigos. Pienso que la música es un leguaje infinito al igual la pintura.

ARTE SIN POESÍA
La maravilla de la pintura es que no pasa, creo yo, y me atrevo a decirlo, como sí pasa con cierto tipo de “arte contemporáneo” entre comillas. Es que la pintura siempre ofrece, siempre dice, siempre da y sobretodo que tiene esa carga poética, humana que no tiene el arte contemporáneo actual. La pintura es el tiempo, el espacio, la luz, el sentimiento. El arte tiene contenido poético, si no es así lo veo vacío, no me dice nada, no me comunica. Mucho arte contemporáneo cae en ese vacío, en esa falta de comunicación y de transmitir poesía.

SENTIR UNA PAUSA
Uno se atora seguido con la pintura, no es fácil, cuesta mucho trabajo. A veces uno se complica mucho mentalmente, la pintura siempre es maravillosa, pero el que es difícil es uno. No creo en esa idea romántica de que siempre está uno inspirado, o que siempre está uno creando, es un mito, no siempre uno crea y no siempre uno se inspira; es más a veces dejo de pintar porque no salió, no me gustó, estoy agotado y no quiero saber nada de pintura. También hay ese momento de odio y lejanía con la pintura y es necesario. Hago otras cosas o no hago nada, no hay que ser tan obsesivos. He aprendido eso con los años y con el trabajo.

EL NOCTURNO DE VILLAURRUTIA EN LA URBE DE MACOTELA
Es un nocturno y creo que siempre he sido un pintor monocromático, no uso muchos colores. La obra es un entramado y una estructura, están dispuestos tonos violeta, azul nocturno, es aparentemente fría. Es como el poema pero no existe esa literalidad, es absurdo hacerlo, aparte es imposible, la maravilla de la pintura son incluso esas cosas que dices sin pensarlo y que van saliendo sin darte cuenta. La sorpresa de la pintura es que no es exacta, no es la lógica perfecta ni calculada, es muy emocional.

   
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