Manuel Mathar

Colecciones:

Manuel   Mathar

Pintor autodidacta y músico de jazz, tiene cajas con sus discos de vinyl que distribuye entre amigos y conocedores. Es difícil imaginar la partitura de sus pinturas. Nació en Mérida Yucatán en 1973. Experimenta con el video y sus pinturas reflejan esa posición de una cámara que espía, que invade.

Quote La muerte es lo más absoluto y certero que hay

NOCTURNO EN QUE NADA SE OYE

(fragmento)


En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen
sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte 


en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyeron los ángulos 


en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento 


en un interminable descenso 
sin brazos que tender
sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano  invisible
sin más que una mirada y una voz
que no recuerdan haber salido de ojos y labios
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja
dentro del aire de vidrio
dentro del fuego lívido que corta como el grito

Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro cae mi voz  

 

Xavier Villarrutia


Óleo sobre lino

123.2 X 93 x 3.8 cm

2014

Celoso de su intimidad, su familia inspira su obra sin estar presente de forma obvia. Para sus hijos el arte es simplemente el trabajo de su padre, no más.

LA NECESIDAD DE PINTAR
Para mi pintar es una cosa natural. Siempre he tenido la necesidad de expresarme de alguna forma. Durante algún tiempo lo hice por medio de la música y he intercalado algunas veces la música con la pintura. Realmente a mí me interesaba cualquier opción que tuviera para transmitir mis ideas, y lo que más me atrapó fue la pintura, porque disfruto mucho pintar, eso es lo que hizo que me decidiera por completo a pintar por gusto. Realmente con gusto, no tanto en el sentido de ver el resultado, es el hecho de materializar una idea y que esté en conjunto con un proceso en el cual yo también me sienta contento, me sienta bien. La pintura me da una parte que no me dan otras cosas, me complementa.

EL REALISMO SIN LA REALIDAD
Me gusta mucho el cine y me gusta leer, y pienso en los cuadros como si fueran las portadas o los carteles de una película que te invitan a ver algo, a descubrir una historia y construyo las imágenes que quiero pintar. En ese sentido, lo que he hecho es aprovecharme un poco de la pintura. Empecé en la pintura abstracta que es sumamente complicada, es muy difícil. Una cualidad de la pintura abstracta es la libertad, es muy gestual, muy expresiva e intento hacerlo en la pintura figurativa. Mi pintura, aunque sea figurativa, cuando hay pequeños recuadros, se ve una gestualidad. Me gusta muchísimo descubrir la materia que está oculta en todas estas mezclas, y en cosas embarradas.

EL PROCESO DE PINTAR
Siempre parto de un proceso de improvisación, que es una contradicción porque ¿cómo puedes hacer improvisación con un proceso? En el momento en que se me ocurre algo, agarro los elementos que estén a la mano y construyo un escenario, después determino qué imagen me gusta más o cuál creo que puede funcionar para pintar un cuadro. Y ahí es muy azaroso pero al mismo tiempo dejo que las cosas fluyan, me gusta esperar a que las cosas aparezcan. Los escenarios que ocurren en mis cuadros normalmente son cosas que no están ligadas a un proceso de trabajo, están más bien ligados a una convivencia familiar, a la cotidianeidad.

LA PROPORCIÓN Y EL LENGUAJE PICTÓRICO
Empecé con el formato mínimo por necesidad, porque trabajaba todo el día y tenía pocas horas y poco espacio, y conforme fue avanzando la dinámica de trabajo, y de alguna manera a hacerme profesional en lo que hago, le he ido apostando a mejorar, a plantearme nuevos retos. No es para mí el formato mayor una necesidad absoluta, simplemente es el intentar hacer algo que antes no podía. No me marca para nada el hecho de que no lo pudiera lograr o que finalmente el que no se logre sea a partir de que realmente yo me siento cómodo en un espacio más limitado, que es algo que a mí me interesa porque lo pequeño siempre tiene más intimidad y puede generar, inclusive en la galería, en el montaje, un acercamiento mayor con el espectador. Provoca un efecto voyerista que me gusta, acercarse es como el oído y la puerta.

EL NOCTURNO EN QUE NADA SE OYE Y UNA ESCENA ONÍRICA
Cuando leí el poema me fui por la sensación más inmediata, lo primero que me pregunté es qué me había provocado, a qué me remitía y fue a la muerte. Recordé una película de Luis Buñuel, “El discreto encanto de la burguesía”, donde un personaje le cuenta una historia a otro personaje sobre un hecho en el que la mamá viene del más allá para darle un comunicado, y sale del closet, y señala con esta expresión muy de autoridad, de Anunciación. Junté esas dos ideas y las fabriqué o reinterpreté. Hice que mi esposa saliera del closet e hice un registro y luego estructuré el cuadro para hablar de algo, que en un proceso un poco más elaborado quizás, me remitía al poema de Villaurrutia. A mí me parecía muy interesante porque la muerte es imprevista, en la mayoría de los casos, y puede ocurrir o puede salir de cualquier lugar, y salir del closet. Es algo que está presente en cualquier lugar, algo que tiene que suceder en cualquier momento y que es determinante, absoluto. Es lo más absoluto y certero que hay.

   
SIGUIENTE ARTISTA