El canto de la conciencia
Samo
Estudió Artes Plásticas en Puebla, en la BUAP, admira la obra de Da Vinci, y se deja habitar por su cercanía, por su presencia. Busca una belleza atípica en su obra, en el misticismo y otros universos de pensamiento.
Su pintura evoca el cuerpo doble de la unión perfecta, el infinito, el todo indisoluble.
IRREALIDAD, IRREALIDAD
Es necesaria para la vida este tipo de belleza, no la que nos han impuesto. A través de esos viajes que nos podemos crear a nosotros mismos, creamos la realidad que necesitamos. Este camino es la suma de todo, somos un compendio de toda una vida, y tratar de sacarle el jugo que tiene esta experiencia única, no somos casualidad, venimos aquí por una razón y tenemos la responsabilidad de dejar este paraíso mejor de lo que estaba.
APRENDER
El aprendizaje se volvió un requerimiento institucional, pero el valor es el que uno se genera, uno es autodidacta con título o sin título, por eso Dios le dice a Jodorowski, “un perro no necesita un título para ladrar”. No necesitamos esa institucionalidad para hacer lo que hacemos, lo fundamental es un camino de toda la vida, es el aprendizaje, volverse muy riguroso técnicamente, sin traicionar, ni engañar. La creación debe ser hasta donde uno quiere, y decir “el próximo va a ser mejor, ya aprendí de mis errores”, porque el error es necesario en todo, la educación ha criminalizado el error totalmente. Todo cuadro es una batalla tremenda, es una guerra interna, amorosa. ¿Para qué se hace? El sentido de esto es que quiero materializar los sueños a través del rigor, debe ser poderosa la obra, debe ser mágica.
LAS SEÑALES DEL ARTE
Debemos encaminarnos, nos estamos perdiendo, nos estamos separando de nuestra esencia humana. Esa partícula divina que todos tenemos, la estamos desechando como si fuera un pañuelo sucio y es lo más valioso que tenemos. Esta conciencia, alma, que nos vamos creando día con día, es necesaria para tener supervivencia y dejar este mundo a los que siguen porque todo acto en contra de esta naturaleza es suicida.
LARGO CAMINO
Es un camino largo, nos consolidamos cuando nos morimos, así de fácil. Cuando escucho jóvenes que ya culminaron o que ya crearon una técnica o que tienen un nombre es absurdo, ése no es el fin de esto, eso debería entrar en la percepción de creación. La creación es pura, es totalmente autónoma e independiente de esta realidad impuesta, nos libera de eso, es la búsqueda de la conciencia universal de la que provenimos y ése es el camino que debemos tomar. Es una responsabilidad a largo plazo, porque no te garantiza nada, no está ligada al mercado. El mercado del arte sirve y tiene una función, pero no es el objetivo, el objetivo es crear belleza.
EL AMOR Y LA UNIÓN
La fusión de dos seres para crear vida es la conciencia universal que nos parió a todos, venimos de ese dios-diosa, para que uno exista, debe haber dos partes, a través de este ejercicio imaginativo, este simbolismo, ante la oscuridad hay que dar luz. La creación divina da paso a la vida, la vida es lo más importante y hay que protegerla. El toque de energía es la representación del amor, somos una antena que transmite y recibe energía que ilumina el espacio y el paisaje, el horizonte. La relación de dos es luz y genera vida, y para que haya la luz debe haber oscuridad, es el equilibrio. Las intenciones de la obra son místicas, la función de dos formas, el simbolismo del grillo en varias culturas lo asocia como conciencia, la relación del animal con el hombre, por eso lo titulé El canto de la conciencia.
Óleo sobre tela
120 x 170.7 x 7.5 cm
2017